Ante la inminente reforma del Poder Judicial en México y la desaparición de varios organismos autónomos, las advertencias de organismos internacionales han encendido las alarmas sobre los graves riesgos que estas decisiones podrían tener, no solo para nuestro país, sino para el mundo entero. Considerando que México se encuentra entre las 15 economías más grandes del planeta y que tenemos antecedentes de crisis económicas como el “efecto tequila”, los empresarios PYMES nos encontramos en una situación complicada, en la que solo nos queda esperar lo mejor, pero prepararnos para lo peor. Nos enfrentamos a la posibilidad de un tsunami económico que podría desencadenarse en los próximos años.
Para la generación X, que ha vivido crisis desde 1982 con José López Portillo, el panorama no es nuevo. Ya sabemos qué suele venir: reestructuración, recorte de personal, reducción de presupuestos, sobrecarga laboral, guerra de precios, entre otras medidas. Son acciones duras, pero necesarias para intentar mantener la supervivencia de nuestras organizaciones, aunque muchas empresas probablemente se quedarán en el camino. Solo nos queda esperar que las nuestras no sean algunas de ellas.
Sin embargo, no podemos perder de vista que nuestro mundo ha cambiado. Esta misma semana, Andy Jassy , presidente y CEO de Amazon, destacó cómo el uso de la inteligencia artificial ha transformado radicalmente los procesos: “El tiempo promedio para actualizar una aplicación a Java 17 se desplomó de lo que normalmente son 50 días de desarrollo a solo unas pocas horas. Estimamos que esto nos ha ahorrado el equivalente a 4.500 años de trabajo de los desarrolladores (sí, ese número es una locura, pero real).” Con el impacto que la IA generativa tiene en los negocios, su democratización y la facilidad de acceso, ¿no sería también útil para las PYMES? Considerando que su impacto a corto plazo podría representar un 40% de incremento en la productividad, tal vez estemos enfrentando, junto con esta crisis, una enorme oportunidad.
Y no solo eso. La implementación organizacional de inteligencia artificial puede generar efectos positivos en el corto plazo. Según investigaciones de MIT, Harvard, Stanford y Columbia, la IA puede incrementar la calidad en un 18%, alcanzar una aceptación por parte de los usuarios del 95%—tanto técnicos como funcionales—y ahorrar consistentemente 5 horas a la semana en actividades repetitivas. Esto abre la puerta a resultados más espectaculares en áreas donde los humanos destacamos: decisiones basadas en el razonamiento y la imaginación.
Si combinamos este escenario con metodologías de rediseño de procesos como la reingeniería, el modelado BPMN y el machine learning, podemos sacar un provecho significativo del momento que estamos viviendo y obtener una ventaja sustancial sobre la competencia. “A río revuelto, ganancia de pescadores”. Para aquellos visionarios, empresarios y directores que puedan ver la gran oportunidad, este es el momento ideal para desplegar iniciativas de transformación digital basadas en inteligencia artificial.
En Odin AIR, contamos con “ignite”, una metodología que permite en tan solo 6 semanas desarrollar en la organización las habilidades necesarias para aplicar inteligencia artificial, obteniendo efectos positivos inmediatos y preparando a la empresa para una transformación digital basada en procesos. Esta metodología promete otra locura como la de Andy Jassy: un 3000% de incremento en la productividad.
¿Qué es lo peor que puede pasar? Que nos alcance el tsunami y nos arrastre, perdiendo una oportunidad única en el siglo.
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